Bon cop de falç!

Bon cop de falç!

Bon cop de falç! –o A carn! , que era su primer título- es el final de un proyecto que nació en el año 2007 y que, con la colaboración de Andreu González, mi amigo y compañero de aventuras, ha llegado a buen puerto. Podríamos decir que el libro ya navegaba por el mundo literario, aunque en un momento dado, cuando una persona amiga me presentó a Andreu, éste se subió a bordo enseguida y me ayudó a pintar el barco de nuevo, a modernizar su motor y a dirigirlo a buen puerto, donde afortunadamente ha llegado. Sin su aportación difícilmente hoy estaríamos donde estamos.

Bon cop de falç! es la historia de un hombre normal en una época convulsa . Un hombre arrastrado por los hechos que lo rodean y que contempla como la desgracia, el odio y la violencia golpean a su familia y a su casa hasta conducirlo por caminos de venganza y destrucción moral y personal. Finalmente, su alma desgastada y su cuerpo cansado buscan la paz y la serenidad que solamente le puede dar su servicio a otros.

Precisamente en ese momento, cuando por fin parece que la tranquilidad ha llegado de nuevo a su espíritu, cuando vuelve a casa liberado de sus miedos y dispuesto a retomar definitivamente un nuevo camino, es cuando de la forma más inesperada podrá vengarse del hombre que un trágico día, años atrás, había hecho pedazos su vida y la de los suyos.

Gracias a Bon cop de falç! , Andreu y yo hemos ganado el premio Nèstor Luján 2011, pero también hemos logrado algo muy importante: el reconocimiento a muchos años de esfuerzo y sacrificio en un proyecto creativo al cual siempre hemos puesto nuestra máxima ilusión.

No puedo dejar de dar las gracias a mis buenos amigos de la agencia literaria: Sandra Bruna, Joan, Natàlia y el resto del equipo, que desde un principio trabajaron para nosotros, convencidos de nuestras posibilidades.

Por supuesto tengo que mencionar a otros amigos de Columna: Alexandre Porcel, Berta, Sílvia y todos los otros que han participado en el proyecto de edición. Su dedicación y atención han sido realmente insuperables.

Ramon Gasch i Pou – 19 de octubre de 2011